martes, 24 de abril de 2012

No hay trabajo.

Miraba cómo siete de las ocho ventanillas del banco estaban vacías. Tenía ganas de gritar que el INEM está lleno de gente que puede ocupar una ventanilla más y reducir la cola de espera, que ya traspasaba la puerta de entrada. Se entretuvo en mirar los rostros cansados y resignados de la gente. Y reparó en un joven de pelo largo, barba de cuatro días y aspecto desaliñado. Hablaba sobre ir a tomar unas copas. Y terminó animando a la persona que estaba en el otro lado de la línea, a que no trabajase mucho.

sábado, 21 de abril de 2012

Hoy hay fútbol. Hoy no hay problemas.


—Dos entradas, por favor.
—Ciento ochenta euros.
—Aquí tiene...

El mendigo que miraba de cerca las puertas del estadio, pensaba en los carros de la compra que haría con ese dinero.

jueves, 19 de abril de 2012

miércoles, 18 de abril de 2012

Sor María, Sor María.


Generalizar es un error.
  
Sacerdotes pederastras, violación de la abstinecia, cenizas de culpabilidad, culpabilidad del retraso, apropiación indebida de la vida...

Ha salido sor María. Miedo da lo obrado en el seno de la Iglesia, no en su nombre, por supuesto, pero sí sus miembros.

Me considero agnóstico, aunque creo que algo debe haber para haber dado como resultado un monstruo como el ser humano. Aún así, las instituciones hablan por sí mismas...

lunes, 16 de abril de 2012

Vaya mierda de país

Estaba hasta los huevos de escuchar el nombre de Froilán. De escuchar cómo catedráticos del periodismo, que dicen que al niño no le gusta que le llamen Froilán, lo siguen llamando Froilán. Y ahora Froilán ha caído en semiolvido, porque a su abuelo se le ha ocurrido ir de caza. Los hay quienes se van de putas y de gigolós, de noches de alcohol y petardos y nadie dice nada. ¿Qué diferencia hay? ¿Es mejor lo segundo que lo primero? ¿No se supone que cada uno hace con su vida y su tiempo lo que le da la gana?

Ah, sí, que es el rey, que de nuestros impuestos salen partidas para mantener una institución que, según parece, no sirve para nada por no tener poder para decidir. Pero que sin embargo, decide.

Pero luego, cuando salen a la calle, o acuden a actos, la gente se muere por tocarlos, por hacerse fotos con ellos, les gritan alabanzas sin medidas. ¿Alguien puede explicarme algo?

Y para rematar, un político parásito que pertenece a un Partido Sacador de Ojos Enteros, dejando caer que es momento de "hacer algo". Y la verdad es que sí, que es tiempo de hacer algo, ¿no sería mejor que mandase el rey y los políticos, causante de catástrofes y mentirosos, se fuesen todos a la mierda?

viernes, 13 de abril de 2012

La noticia de hoy.

Hoy me he levantado y he oído que un estudioso y filosofo ha dicho que los funcionarios se olviden del cafelito y del periódico. 


¿Se piensa el ladrón que todos son de su condición?


Y para terminar con su lección sublime de sapiencia, añade que las dos horas y media  de ampliación de la jornada laboral ahorrará 2500 millones (dos mil quinientos).


Media hora más los cinco días laborales requiere ordenadores encendidos, más uso de papel, de tinta, de iluminación, de aire acondicionado o de calefacción... pero supongo que todo se soluciona apagando la cafetera. 


Señor Beteta, soy un ignorante, soy de los que piensan que si hace falta dinero para cosas importantes, habría que usar la máquina que los hace y pintarlos, pero para lo necesario, no para vuelos en clase premiun ni pensiones vitalicias. Así que imagino que usted, catedrático y eminente, dice esto porque entiende de metafísica de interpretación, y sabe de lo que habla. Los que entendemos lo justo, solo vemos combustibles inalcanzables, subidas de recibos, de impuestos, incluso de jornada laboral, y debemos dar las gracias por tenerla, porque parece que los empresarios han asemejado los términos "perder" y "ganar menos", y parece que la solución para seguir ganando es que muchos pierdan. 


Algunos deberían coger una bayeta y ponerse a limpiar cristales. Y sí, si se dedica media hora más cada día, la productividad y presentación aumentarían. 



miércoles, 11 de abril de 2012

Ayer vi un anuncio

Ayer vi un anuncio. En él decía que los radares que miden la velocidad son necesarios para salvar vidas. Y por supuesto que no tienen afán recaudatorio. Cierto, es verdad. Un radar lanza un rayo al coche y disminuye la velocidad. O lo para si el conductor está piripi. Que se lo digan a Ortega Cano...